Pinturas Rupestres en el Barranco del Cabezo del Moro

Hace un par de años, empecé a escribir una serie de artículos de historia local en el periódico digital dealmansa.es, lamentablemente este medio informativo desapareció a principios de año, por lo que he creado el blog traslashuellasdeadaras para continuar con los escritos sobre Almansa.

 En esta primera entrada os hablaré  de las pinturas rupestres del Cabezo del Moro. Estas pinturas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Si bien su datación es algo compleja debido a los pocos restos conservados, se puede situar en el Neolítico, en torno al  6000 a. C. – 3500 a. C.  Están situadas en un pequeño álveo de la Rambla de Sugel, en la serranía almanseña, en un estrato calizo del margen derecho del barranco. En él, se abre una serie de abrigos a diversa altura. Las pinturas se localizan en el abrigo más cercano al cauce del barranco, con una longitud de 11.50 metros de largo y una profundidad aproximada de dos metros, mientras que la altura de la cornisa no supera los tres.

Arquero del panel 1.
Arquero del panel 1.

Las pinturas se dividen en dos paneles. El primero tiene unas dimensiones de 0.91 metros de largo y 0.35 metros de alto. En este primer panel se puede observar una figura humana estilizada de colores ocres oscuros, más intensos en cabeza, tronco y brazo. El cuerpo es de trazo alargado y prolongado hasta la cabeza. Las extremidades inferiores están dañadas por un desconchado de la pared. También se puede observar un antropomorfo que conserva cabeza, brazos y piernas con unas dimensiones aproximadas de 17.5 centímetros de alto. Además, aparecen una serie de antropomorfos y dos arqueros. El primero de ellos presenta gran deterioro en cabeza y tronco, aunque la parte inferior se conserva en mejores condiciones y podemos vislumbrar un arco biconvexo con la cuerda hacia abajo. El segundo arquero presenta una conservación de cabeza, tronco y brazos deficiente, a pesar de ello, se observa en actitud de disparo.

Foto pinturas2
Restos figura humana del panel 2.

El segundo panel tiene una longitud de 0.80 centímetros y 0.22 de alto y está situado a 2.5 metros a la izquierda del primer panel. En él se pueden observar restos de una figura humana, restos de un zoomorfo, quizás un cáprido, así como un arquero en actitud de disparo hacia la derecha del que conserva parte del tronco. Además, podemos encontrar junto a estos, restos de informes.

Las pinturas rupestres del barranco del Moro se encuentran en un estado lamentable. Si bien la acción de la erosión y la climatología provocan daños, el principal problema es la lamentable acción humana: los graffitis hechos por excursionistas, los desconches con punzones para llevarse restos de las pinturas, así como el mojado que se ha realizado durante décadas para que se visualizasen mejor ha provocado una capa de cal que difumina el dibujo y que provoca un desgaste mayor en algunas zonas.

Destrozos pinturas
Estado de la valla de protección.

Las pinturas rupestres son parte de nuestro patrimonio y están declaradas como Bien de Interés Cultural, por ello gozan de la protección de la Constitución Española en el artículo 46, que insta a los poderes públicos a garantizar su protección, conservación y transmisión a generaciones futuras.

Debemos exigir que las pinturas del barranco del Moro perduren en el tiempo para que los futuros almanseños puedan disfrutar de nuestro patrimonio. Por eso, desde aquí, denuncio que se protejan con la instalación de alguna barrera artificial que impida su deterioro.

Bibliografía:

HERNÁNDEZ PÉREZ, Mauro S.; SIMÓN GARCÍA, José Luis. “Pinturas rupestres en el Barranco del Cabezo del Moro (Almansa, Albacete)”. Lucentum. IV (1985). ISSN 0213-2338, pp. 89-95

 

 

Autor: José Ibáñez González

Fotografía: Javier García García